GETXO - L06.NOV.2MIL6
Me he levantado pronto, con una idea (léase: pregunta) rondándome la cabeza: ¿puede ser que sea verdad que me estoy volviendo más y más intransigente con los años? Lo que ahora, a mis 23 años, me parece algo inconcebible, de mala educación y totalmente fuera de lugar, hace unos años me hubiera parecido “mal” sin más. Hace unos años, nada me hubiera parecido tan repugnante como para calificarlo así, con esa palabra tan rotunda y dolorosa.
Hace tiempo que me vengo fijando en algunas personas que venden / dicen / aseguran (táchese hasta quedarse con el que se crea procedente) ser de una manera y luego son otra; esto es, digo A y hago B. Esas personas que prometen ser integras, preocupadas por los demás, e, incluso, amantes de la verdad y del respeto para con los demás, pero que luego, son manipuladoras, egoístas e, incluso, amorales. Y sí, lo pienso así, “amorales” (volvemos con palabras rotundas).
Pero, por otra parte, ahora, a los 23 años (de nuevo, la edad), me doy cuenta de mi reacción frente a estos actos, frente a estas afrentas. Y, gracias a Dios (o Diosa, allá cada cual, no nos metamos en berenjenales de los que no sepamos salir), mi reacción es una inocua e insípida indiferencia, en el sentido de que en el momento en que me siento ofendido, borro a esa persona de mi vida, y sigo adelante. Lo difícil de esta reacción es el compartir personas o cosas con dicha persona, pero, a veces (la mayor parte de ellas), es mejor no creer en la diplomacia. Yo esta la uso con las personas que ni me van, ni me vienen; y, no con aquellos que me han ofendido a mí, o lo que es peor, a aquellos a los que amo.
Releo estas palabras y me percato de lo duro y lo rotundo de mis manifestaciones, pero, también, de lo calculadas que son estas palabras, pues éstas son fruto de una meditación intensa y analítica de lo que en estos últimos meses he ido viviendo. Mentiría si dijera que no duele, más que nada porque estas personas que ofenden suelen ser personas en las que se ha confiado, aunque sea mínimamente, lo que lleva a una posición un tanto dura y difícil.
Hace poco se me calificó de cerrado en lo respectivo a mis relaciones interpersonales, y estoy totalmente de acuerdo, a pesar de mi más que conocida extroversión respecto a lo banal y lo superficial, soy una persona cerrada y centrada en un círculo muy cerrado de amistades. Es verdad que no soy de esas personas que demuestran sus sentimientos más íntimos en público, y también es verdad que tengo una manera muy personal y muy especial (esta es el sinónimo que se usa para decir, educadamente, “una manera rara”) de afrontar las relaciones interpersonales. Esta reflexión sobre mi introversión respecto a mis sentimientos me recuerda que, hace poco, no han pasado ni seis meses todavía, una ruptura amorosa con muchas aristas, muchas explicaciones no dadas, muchos sentimientos encontrados, me llevo a una depresión profunda, pero no creo que nadie llegue a saber hasta que punto me hundió (y me hunde todavía) esta situación. Y, volviendo al tema que nos compete hoy, creo que queda más que justificada mi “cerrazón” cuando muchas veces estas confianzas son traicionadas (palabra rotunda, de nuevo) de esta manera. Más vale solo que mal acompañado, que se dice por ahí.
Será que vivimos en un mundo lleno de medias verdades, en el que las palabras no tienen verdadero valor, y volviendo sobre el poder de las palabras rotundas que ha sobrevolado el texto de hoy, creo necesario tener que decir que se ha de saber elegir bien las palabras, hay que tener cuidado al elegirlas, al usarlas, al decirlas. No es lo mismo “amigo” que “conocido”, a pesar de que muchos las usan cual sinónimos; tampoco es lo mismo “te quiero” que “me caes genial” o “me pareces divertido”. El poder de las palabras y sus significados es algo que no debemos subestimar, ni olvidar.
...
A veces me pregunto qué hago, qué me pasa, qué quiero...
No sé
donde estoy
quien soy...
por un momento creo saberlo
después desaparece
adios
no sé...
es raro...
necesito saberlo.. necesito esperar
encontrarlo
Un Book
Me encanta el libro de Céline Curiol: "Voces en el laberinto".
"Se conocen desde hace mucho tiempo. Ella no podría precisar el momento en que coincidieron por primera vez, el lugar y el día concretos, si él le estrechó la mano o si se dieron un beso. No obstante, hay un primer recuerdo. Mientras él se ponía el abrigo en el exiguo recibidor de un piso en desorden, ella sorprendió su expresión contrariada. La mujer con la que él había estado coqueteando toda la noche no quería acompañarlo. Él intentaba convencerla con la insistencia de sus palabras, que se hacían añicos frente a la majestuosa criatura. Ella pensó que, en ese momento, a él debía de resultarle insoportable la idea de verse bruscamente privado del objeto de su afecto. Y verlo así, enamorado, la conmovió. Pasó entre los dos y dijo, "me voy". Pero él no contestó.
Harto de ti. Harto de hacer como que no pasa nada. Por favor, búscate otro lugar y otro grupo al que amargar.
No es que yo sea muy proclive a lavar los trapos sucios en público, no más allá de utilizando veladas (in)directas, pero creo que después de que hay gente que me visita y comenta sin bases para sacarle la cara a Sergio (/madrox_), toca ya explicar ciertos temas, que no sé si hay a gente que le interesan o no, pero yo ya estoy harto de ser el malvado Orco (y no por lo de feo, que eso lo dejamos para los feos de verdad, y me vienen a la mente unos cuantos), de ser el que dice las cosas feas a la cara mientras él queda divino del coño haciéndose la mártir.
Yo sé que cada persona tiene una visión de los hechos distinta a las demás, y sé por lo tanto que los que creáis a Sergio penséis que miento, pero yo sólo voy a dar un par de razones por las cuales esta persona (por llamarlo de alguna manera) no me gusta, me parece malo, envidioso y embustero.
Empezaré diciendo que no creo que sea tan malo, que lo único que necesita es un buen terapeuta, o un buen “life coach” que le explique que no pasa nada por sentirse mal, por creerse peor que los demás a veces, pero que si eso es algo persistente y además condiciona tu forma de actuar, entonces tenemos que cambiarlo, porque la baja autoestima muchas veces conlleva envidia, y la envidia no viene bien a nadie, ni al envidioso ni al envidiado, ni a la gente de alrededor.
Primero, Sergio se ha comportado de manera malísima conmigo por varías razones, muchas de ellas demasiado personales para comentarlas, porque no creo que sean de incumbencia para nadie, pero me ha maltratado sicológicamente durante mucho tiempo, se acercó a mi de manera totalmente interesada, etc. Sergio no sólo me ha insultado, me ha vejado y se ha reído de mí, si no que ha utilizado mis miedos y mis defectos como arma arrojadiza contra mí. Como podréis imaginar yo, que también tengo mi mala leche, no me quedé corto y le he dicho barbaridades (todas ellas merecidas, y ninguna mentira) y le he tratado muchas veces de manera bastante desastrosa. Vuelvo a decir que se lo merecía.
Y no sólo se metió en mi vida e intentó romper una relación mía, y me explico, no me refiero a que fuera por ahí diciendo que mi pareja me ponía los cuernos (cosa no del todo cierta, pero no voy a ponerme a explicarlo aquí pues incumbe a terceras personas) sino porque entró repetidas veces a mi pareja de entonces, hacia el que todos sabíamos el sentía muy atraído, le intentó besar y manosear delante de mí, y por mucho que diga no recordarlo, lo dudo, como lo duda mi pareja de entonces, y como deja entrever el hecho de que antes de hacerlo dijera a otras personas cosas como “voy a ser un poco malo”.
También se metió en la relación de unos amigos míos muy cercanos, mentiéndose en sus peleas, convirtiéndose en una de sus muchas discusiones, y no voy a entrar a detallar, porque no creo que a ellos les haga gracia, pero Sergio hizo todo por un solo motivo: Envidia. Intentó quitar protagonismo a una de las partes de la pareja, etc.
Explico lo del motivo. La envidia venía solo porque Sergio se siente atraído por un hombre, pero ese hombre esta con otra persona, o se lía con otra persona, lo que conlleva que de él pase, pues Sergio qué hace. Se pone a criticar y a hacer de menos a esa persona. Claro que en el caso de la pareja no podía ser, porque ambos eran amigos suyos, tanto el objeto de su deseo, como el “contrincante” y en eso fue más cauto, pero en casos como el mío con mi ex pareja no lo fue tanto.
Además, últimamente se vuelve a coronar de gloria metiéndose de por medio en una ruptura dolorosísima, y haciendo comentarios graciosos sobre dicha ruptura que a mí me está costando superar.
Con esto quiero decir que estoy harto, que no quiero oír hablar de él más y que si esto sigue así las cosas irán a más. Estoy contento de saber que durante una temporada no tendré que verlo, pero tampoco quiero tener que oír a gente decirme lo que he o no he de hacer respecto a semejante individuo porque seguiré haciendo lo que me de la gana, y yo no perdono, y tampoco olvido. No me gusta que me insulten y recuerdo que según Sergio yo soy un gordo con pluma (que valor, como que no tiene él, vamos hombre, si parece un edredón nórdico) que gasta dinero en cosas caras porque nadie le quiere (si quieres te hago una lista bastante extensa, empezando por mucha gente a la que has tratado como mierda a pesar de decir que eran amigos tuyos). No quiero tener que escuchar estas cosas, así que, ya sabéis la historia, o el porqué de mi animadversión hacia el mártir de la Línea 2.
Así que todos aquellos que queráis defenderle, ya sabéis, lo hacéis en su flog o en su blog, pero a mí dejadme en paz, no quiero tener que aguantarlo.
Esto es todo.
Diario desde el Viernes 7 hasta el Viernes 14 de Julio
Neguri — V07.JULIO.2MIL6
El viernes fue horrible, uno de esos días que te hubiera gustado estar metido en la cama sin hacer nada. Era el día del a mudanza final, y eso no me gustaba, más que nada por todo el trabajo que se nos venía encima con tanta caja que deshacer en la otra casa. A eso de las 9.30 a.m. ya teníamos a los mozos de la mudanza en casa haciendo cajas y embalando muebles. Cinco mozos: cuatro rumanos y un colombiano. Uno de los rumanos como para hacerle un par de favores, de hecho le hice uno, aunque no de los que me hubiera gustado, simplemente le regalé la mini-cadena que yo no iba a usar (de ahí lo del favorcito). A las 8.00 p.m. ya se marcharon y nos quedamos en casa, madre, la sister, su novio y yo, sin saber muy bien que hacer, pues la casa estaba llena de cajas de cartón.
A eso de las 9.15 p.m. yo salí de casa y me fui hacia el Puerto Deportivo de Getxo, que había quedado con Borja, Javi, Imanol y Edorta para ir al cine. Vinieron con su amigo (hetero, este, siempre rodeado de mariquitas) Sergio, que me cae genial, aunque no encaja bien mis vaciles sobre sus rizos, lo que hace que me vacile con mis michelines, cosa que me hace bastante poca gracia, pero como no hay confianza no iba a ponerme a soltar borderías de verdad, que si no...
Llegamos pronto para la película, pedimos las entradas a un tío que estaba muy bueno, y para hacer tiempo decidieron estos ir a la sala de maquinas, una de esas zonas horribles (en mi humilde... bueno igual no tan humilde, opinión) llenas de quinceañeros pijos gastándose la paga semanal en matar unos cuantos alienigenas/zombies/mafiosos (táchese el que no proceda), y cuál fue mi sorpresa cuando vi a Borja, toda fina ella (léase él, pero es que me gusta vaciarle al niño) matando zombies en una maquinita de esas con pistolita, mientras no se le movía ni un pelo del flequillo.
Después de ese momento súper heterosexual del que yo no fui participe, no por el más que claro carácter hetero del momento, si no más bien porque no sé jugar a las dichosas maquinitas, fuimos al cine, compramos algo de comer (yo no debería, lo sé, y de hecho Borja me recordó que los torpedos y las “beans” no eran precisamente comida dietética, por mucho que lo intentara compensar más tarde bebiendo coca-cola light (en realidad, pepsi) y no dirigimos a la sala donde proyectaban la película de marras. Cual fue nuestra sorpresa cuando dos tiparracas borrachas, vestidas por sus enemigas, empezaron a intentar ligar con nosotros, de ahí que dedujéramos que estaban beodas, porque ahí estábamos cuatro maricones soltando pluma (que aunque queramos disimularlo, no lo podemos remediar) junto a un hetero que no se enteraba de la misa la media. Nos dieron el ratito la verdad con eso de que “les gustaba el de rayas del fondo”, que al principio creímos que era Edorta, pero no, se referían a Borja (el más “heterosexual” de todos, nótese por favor el sarcasmo del entrecomillado de la palabra “heterosexual”). Después pasaron al plan B, esto es, pedir palomitas de colores “que nunca había probado” a Imanol, cosa que yo intente arreglar con uno de mis comentarios, en tono alto. “Eso, Imanol, échales una palomita, como a los monos en el zoo”. No se si la chica se dio por aludida, pero bueno. De ahí pasamos a ver los anuncios y en cuanto empezaron los créditos de la película se quedaron calladas. Transcribo aquí la explicación en forma de conversación que dimos a ese silencio.
BORJA: Estas se han quedado calladas porque hay letras y no saben leer.
JAVI: Como mucho, esas leen el prospecto del támpax.
BORJA: Támpax, qué tampax, si a estas les da igual támpax que plátano.
La película fue un bodrio. Lo pase fatal, muy gore, sangre por todos lados, y gente muy fea y deforme, como las chicas de al lado básicamente. Me pase media película con los ojos cerrados o aferrándome al brazo de Borja o Javi, claro que a Borja lo más divertido de la película le pareció lo mal que lo pasé yo. Si es que el maricón es más sádica.
La noche acabó en el barco del abuelo de Javi, bebiendo un vodka añejo que me colocó mil, leche condensada derramada, y con gente metiendo mano a través de los ventanucos. No me preguntéis, todavía yo no lo he entendido del todo. Edorta y yo acabamos yendo a Bilbao a tomar algo y a bailotear en el Lola’s Balcony, donde acabo viniendo Eder. Cuando cerraron nos fuimos, yo borrachísimo, y eso que solo me tome unas cervezas.
Por desgracia, no ligo nadie. Bueno, Eder ligo algo, pero como el sujeto en cuestión no era de nuestro agrado no lo contaremos como ligar.
Neguri — S08.JULIO.2MIL6
Día de deshacer cajas. Mi habitación terminada casi, y preciosa. Comimos fuera los cuatro (Madre, Hijo, Hija y Cuñado —el novio de la sister—). A la tarde, después de hacer recados para mi madre, fui al Eroski a comprar alcohol para la noche. Celebrábamos mi cumpleaños.
A las 10.00 p.m., hora a la que se había quedado, sólo llego Chivi, los demás llegaron tarde todos, porque, vamos, aunque Mikel avisara con un mes de antelación, para que vamos a estar preparados, total, que más da, Mikel sólo llevaba unas bolsas que pesaban un quintal cada una. Pronto llegaron Javi, Borja, Iñigo, Imanol y Edorta. Después Hugo y su novio Javi (otro, son como una plaga). Y el broche final en la estación de metro lo puso el guapísimo de Eneko, que vino desde Azkoitia para celebrar mi birthday. Más tarde llegaron Alain, Hugo e Iker desde Llodio. Iker también vino desde Ñoñosti para celebrarlo.
Me encantó que estuvieran todos mis chicos juntos, y haciéndome mimines, que me encanta. Nos emborrachamos y dijimos tonterías. Más tarde llegó Jurgi, que como trabajaba hasta las diez llegaría bastante tarde. Después Josu con su camiseta de tirantes y Alexis.
Fuimos a Bilbao, donde hubo de todo, para todos. Borja ligo con un chico monísimo, lo que trajo que un par de días después dijeran por el messenger que era una puta (no con estas palabras) y que era muy mala persona (como si nos dijeran algo nuevo, lo digo por lo de mala, obvia decir que mi comentario es sarcástico). Ya se sabe que la envidia es muy mala, y depende que tipo de oficios se hayan desempeñado se es más o menos envidiosa. O eso dicen. Yo tuve muy buena compañía durante toda la noche.
Neguri — D09.JULIO.2MIL6
Mañana híper resacosa. Con un dolor de cabeza de caballo. Comí poco y dormí menos. Mi prima se había quedado a dormir a casa y cuando llegué nos pusimos a cotillear los dos mientras ella desayunaba y yo me bebía tres vasos de zumo de piña.
Ya a la tarde, quedé con Alain y Hugo y me fui con ambos dos al cine a ver Cars, que nos encantó. Alain y yo hacíamos más ruido con nuestras risas que todos los críos juntos. Y menos mal que Alain no quería palomitas que si hubiera querido hubiéramos necesitado un camión entero. Lo mejor la grúa roñosa despertando tractores.
A la noche Aída y a la cama.
Neguri — L10.JULIO.2MIL6
Mi hermana marchó para tierras galesas a eso de las 5 de la mañana, lo que me hizo levantarme a esa hora para despedirme, cosa que me jodió sobremanera, porque estaba encantado durmiendo en mi nuevo futón, soñando con los angelotes. Se marchó, y yo me metí de nuevo a la cama hasta las 11.00 a.m., hora a la que mi madre con sus movimientos de cajas me despertó. Después de tomarme dos cancarros de café con abundante leche (que pornográfico suena eso de “abundante leche”), me cambié y ayudé a mi madre con las cajas de su cuarto —las mías ya estaban terminadas—.
Después de comer nos fuimos a ver tiendas de muebles. Primero, todos y cada uno de los Bell House que hay en Las Arenas, que debe haber mas Bell House en ese barrio de Getxo que en todo el territorio nacional, por Dior, que pesadilla, y todo para mirar unas cortinas, que al final no compramos. Desde allí cogimos el bus a Leioa, donde fuimos a Mobelteca a ver muebles de terraza, que tampoco compramos. Ya en Artea—subimos en taxi—, miramos en Conforama (nada), y de camino a Aki, nos encontramos con mi tía Edurne y mi prima Iraia (la peque de la familia) que acababa de volver del campamento con diferentes coletillas dignas de estudio sociológico, entre ellas, “que chusta de ____ (rellénese con lo que proceda)”. En Aki compramos una mesa monísima de madera de Cho Chi (o Cho Cho, o Chi Chi, algo así, a mí me dio cosa el nombre la verdad, porque mira que llamar a un tipo de madera de esa manera, en fin, estos tailandeses que son muy raros). Después conseguí ir a ver tiendas de ropa, y mi madre me compró, un par de camisetas y unos calzoncillos súper monos con florecitas, parecían trajes de baño tipo surfero.
Más tarde, ya en Getxo, acompañé a mi madre a casa de Amama y Aitite (donde durmió hasta el jueves). A eso de las doce, volví a casa y en calzoncillos me puse a descubrir las maravillas de la TDT, recién estrenada.
Neguri — M11.JULIO.2MIL6
Día familiar total. Me pasé todo el día con mis abuelos y mi madre en casa de estos, viendo la tele y riéndome de lo lindo con las idas de olla de mi aitite (que desde que está con el alzeimer esta de un gracioso y de un cariñoso que nos tiene a todos flipados). La verdad es que está mucho más animado que antes, menos cansado y las pastillas le sientan bastante bien.
A eso de las 5 p.m. me llamaron para teléfono para decirme que estaban interesados en mí para trabajar en la Fnac (que pronto abrirán en Bilbao), y que a ver si podía pasarme por Bilbao el jueves para una dinámica de grupo.
A la noche veo Mujeres Desesperadas, haciendo tiempo para ver el 3º episodio de QAF, que he visto mil veces en inglés. Es una pena que pierda tanto la versión doblada.
Neguri — X12.JULIO.2MIL6
Me pasé toda la mañana poniendo en orden los libros y montando la estantería de Ikea que me habían comprado. Sí, sí, yo montando un mueble. Yo también me quedé ojoplático y patidifuso cuando vi que podía hacerlo y que me había quedado bien. Después hice inventario de los libros que tengo, míos propios, no los de toda la casa que si tardé con los míos con los de toda la casa me puedo herniar.
Después de comer donde Amama, volví a casa que había quedado con Alain para tomar el sol en la terraza, que es lo que tiene vivir en Neguri, que tienes terrazas grandes (de hecho tengo dos, terrazas digo). Sacamos las tumbonas naranja fosforito, saqué mis michelines al aire, que para algo Alain es mi mejor amigo y me da igual que me vea. Él sacó sus cuadraditos perfectos, su culo perfecto, sus piernas perfectas y se tumbó a mi lado y estuvimos cotilleando, hablamos con Alex por teléfono que venía de Barna el jueves, y cuando Lorenzo decidió darnos de lado entramos en casa y nos pusimos a ver Get Real en deuvede.
Ya a la noche, cuando Alain se fue, yo fui a cenar donde mis aitites y volví con el perrito dando un paseíto nocturno de lo más reconfortante, me tomé una coca-cola light sentado en la terraza de un bar de cerca de mi antigua casa. Cuando llegué a casa recogí un poco y me puse a escribir antes de irme a dormir.
Neguri — J13.JULIO.2MIL6
A eso de las ocho de la mañana me despierta Rufo rechupeteándome la cara. Me hago el “longuis” un rato y a eso de las 8.30 a.m. me levantó y le doy el desayuno al perro. Me doy cuenta de que tengo la planta del pie derecho jodida y que no puedo posar el pie en el suelo, y me toca los huevos, porque hoy tengo la dinámica de grupo para la Fnac. Me llama mi madre, que es más pesada que una foca monje en brazos, para recordarme por vigésimo octava vez que lleve a Rufo a casa de Amama para que no se quede solito toda la mañana. Tardo casi cuarenta minutos en llegar desde mi casa a la de Amama, entre las paraditas del perro y mi pie no puedo ir más rápido.
Ya a las 12 llegó a donde es la dichosa dinámica y soy el único chico, y el más joven. Una de las chicas es de mi pueblo y es, además, la hermana mayor de una antigua compañera de la universidad. Charloteamos un rato, hasta que empieza la dinámica. Las preguntas son raras. Al final nos hacen un test para saber que es lo que sabemos de literatura (el puesto es para vendedor en la parte de libros). Creo que lo he hecho bien, pero no estoy seguro del todo, también creí haber hecho bien las dos entrevistas para Almadecacao y al final no me llamaron, así que ya no pienso en esas cosas, si me llaman bien, si no seguiré buscando.
Mientras buscaba el edificio donde estaban las oficinas de la empresa que está haciendo el proceso de selección, paso por el restaurante donde trabajaba mi ex cuando lo conocí y me entra un poco el bajón, pero enseguida se me pasa cuando empiezo a pensar en la posibilidad de poder llegar a trabajar en la primera Fnac de Bilbao.
Después de la dinámica de la que salgo más o menos contento voy al Corte Inglés a buscar un libro (“Infortunio” de Wesley Stace) que no estaba y me encuentro con Ainize, a la que no veía desde hacía meses, que también está buscando un libro. Como no encontramos ninguno de los libros que buscamos, vamos a Top Books y tampoco. Al final los conseguimos en La Casa del Libro, y vamos a tomar algo a una cafetería de al lado. Se pasa el tiempo volando, contándonos todas las novedades (hablando yo más que ella, como siempre, tengo que empezar a quitarme la diarrea verbal esta) y para cuando nos damos cuenta ya son las 2.50 p.m. y yo había pensado en ir a visitar a Jurgi al otro Corte Ingles, pero ya es tarde. Pasamos por el Corte para coger la Doblecero y vemos a un ex de mi amigo Alain al que nunca tuve mucho aprecio y noto como me chirrían los dientes. Vamos al metro y mientras esperamos nos encontramos con Jurgi, que salía entonces (yo creía que salía antes) y nos hace ilusión porque estamos los tres, el bloque gay de Filología de Deusto.
A la tarde, después de comer lentejitas en casa de Amama, vengo a casa y escribo casi toda la tarde, veo un rato la tele, unas series en La Sexta, una con Stockhard Channing haciendo de médico, que su hijo es el protagonista (un actor de la serie Popular) y después “El Rey de Queens”. Después sigo escribiendo. Y a eso de las 9.30 p.m. me llama mi madre, que ya viene para casa y a ver si ceno con ella en el Satistegi. Vamos y comemos unos bocatas al aire libre con Rufito.
Neguri — V14.JULIO.2MIL6
Me levanto tarde, y sólo porque mi madre me dice la hora, intentando hacerme sentir mal por estar hasta tan tarde en la cama mientras ella está haciendo cosas en casa, deshaciendo cajas, pasando la mopa y limpiando la terraza. Yo, si os digo la verdad, tengo cero ganas de levantarme, y cero ganas de hacer algo. Me apetece quedarme en casa y no salir, ponerme a escribir, a terminar de corregir la dichosa novela, que me está dando más de un quebradero de cabeza. Anoche en la cama me puse a pensar en ella, y en lo que estaba basada y me dio por pensar que todo era mentira, que todo lo que yo había sentido por el pecoso no era más que algo inventado pues el pecoso no era tal y como yo lo conocía por lo tanto no estaba enamorado del pecoso real, y el pecoso real no me amaba, solo me hacía creer que me amaba. Aunque nunca preguntaré el porqué, hay cosas que prefiero dejarlas sin decir. Sin preguntar.
A la noche vamos a Larrabasterra (a Jaias), ha venido Alex (/loraroesvivir) y me sorprendo más al ver a Mikel, que ha vuelto de Donosti, y que me pone los dientes largos contándome sus planes para el año que viene. ¡Qué envidia! En Larrabasterra estamos Alain, Hugo, Alex, Mikel y yo. Más adelante viene Txente, y a ratos esta Gonzalito.
Llego todavía borracho a casa, a eso de las 7 de la mañana.
23 RAZONES PARA CELEBRAR MI CUMPLEAÑOS
1. porque tal día como hoy, hace veintitrés años, nací yo.
2. porque he disfrutado de más de sesenta libros este año.
3. porque he descubierto que tengo l@s mejores amig@s que se puede tener.
4. porque he llorado de felicidad.
5. porque me he fortalecido.
6. porque me he enamorado locamente de un pecoso que, a pesar de todo, siempre será importante en mi vida.
7. porque he decidido tomar las riendas de mi vida, aunque mis elecciones choquen con las de mis padres.
8. porque Jewel ha cantando una canción de Stevie Nicks.
9. por Arrate.
10. porque he conocido a Kentxu y he encontrado en él a un amigo que ve y va más allá.
11. porque he escrito una novela de la que me siento inmensamente orgulloso.
12. porque sigo teniendo a Jurgi a mi lado.
13. porque he conseguido conectar con mi yo más profundo y estoy aprendiendo a quererme.
14. porque Alain me sigue haciendo sonreír.
15. porque he conocido a Borja y a Iñigo de una manera que me unirá a ellos para siempre.
16. porque me sigo emocionando cada vez que mi caballero de brillante armadura está a mi lado.
17. porque mis DGGs se han convertido en mi familia.
18. porque un azkoitiarra me besó cuando más lo necesitaba.
19. porque mi aitite (abuelo) me abrazó, por primera vez en mi vida, cuando notó mi tristeza a causa de una ruptura, a pesar (o tal vez gracias a) su alzeimer.
20. porque me siguen criticando ciertas personas, lo que conlleva que me envidian.
21. porque tengo much@s amig@s que me quieren y a los que adoro.
22. porque sé que tu enfermedad remitirá y que serás muy feliz.
23. porque Yo lo valgo.
Textos Recuperados II - Noviembre 2005
MÁSCARAS ANÍMICAS
Estoy sentado en la cama, sin poder conciliar el sueño y escuchando Siwel mientras intento poner en orden todo lo que me pasa últimamente por la cabeza. Definitivamente he debido hacerlo todo mal, no he sabido trasmitir lo mal que estoy y por eso a mí se me puede echar en cara mis altibajos y mis máscaras anímicas, y no se me justifican las salidas de tono que en otros parecen totalmente justificables.
Llevo semanas, incluso meses, llorando y sintiéndome como una mierda pero parece como si yo no tuviera derecho a estar así. Me siento incomprendido, dejado de lado y fuera de lugar en todo momento. ya no entiendo dónde estoy respecto a nadie. Jamás me había sentido tan solo. Jamás creí que podría sentir estas ganas irremediables de mandar todo a tomar por el culo.
Tengo la sensación de ver mi vida pasar, como si yo tan sólo fuera un espectador o un extra. Paso horas "matando el tiempo antes de que él me mate a mí", buscando soluciones al rompecabezas, llorando sin parar. Siento que me quedo vacío, que no tengo nada que decir, nada que aportar. El viernes acabé saliendo y mientras estaba ahí, sentado con mis amigos, oyéndoles hablar, reírse, bromear, discutir me sentí totalmente fuera de lugar. Y esto, últimamente me pasa a menudo.
LA VIDA SECRETA DE LAS PALABRAS
El sábado por la noche me fui solo al cine, fui a ver la última película de Isabel Coixet. Me sentí raro, pues hacía más de dos años que no iba solo al cine. Lloré tanto...
Me senté en una esquina, en la tercera o cuarta fila. Me encanto verla solo. Llorar sin inhibiciones, mientras la voz del cantante de Antony and the Johnsons cantaba deseando que, cuando muriera, hubiera alguien agarrando su mano, y que le cuidara cuando se fuera. Lloré tanto cuando Hannah cuenta su historia a Joseph, pero la angustia que sentí cuando Hannah descubre su pecho, se ven sus cicatrices y un ciego Joseph las toca llorando desconsolado casi me seca los ojos. Jamás había llorado tanto con una película. Supongo que tendrá que ver también con el momento que estoy pasando.
Después del cine fui a dónde mis amigos, pero todo fue fatal. Todo se notaba cargado. En el aire se olía tristeza y, en el bar, mi falsa mueca, intento vano de sonreír, se me atragantaba en la boca del estomago. Mis bromas estúpidas fuera de lugar, mis sonrisas eran tan falsas que me quemaban las mejillas. Más d euna y de dos veces me entraron ganas de abrazarme a él y lloror, pero, en vez de eso, sonreí y bailé al son de lo último de Madonna.
Cuando volví a casa y me metí en la cama, todo salió de golpe y vomité todas las lágrimas, todos los gritos en silencio...
ESTADO DOMINICAL
¿Acaso existe un día más deprimente que el domingo? Sobre todo este domingo concreto en el que más de uno hemos perdido, He llorado lágrimas de rabia y de tristeza mientras Jann Arden me recordaba que yo moriría por ti, y cantaba que me devolvieras mi corazón pues nunca fue mío del todo como para darlo.
Mikel.
Textos Recuperados I - Mikel Scissorhands
Hace años (yo no tendría más de once o doce) me enamoré por primera vez. Era navidad, creo que era navidad porque estábamos toda la familia reunida. En mi recuerdo era esa época del año y estábamos muchos de mis primos, unos sentados en el suelo, otros tumbados en la cama, en la habitación de una de mis tías en casa de mis aitites (abuelos) en Bilbao viendo una peli. No sé si era un video (el dvd todavía ni existía) o no. Sólo sé que me enamoré y que, por primera vez, vi que yo era un pelín distinto. El objeto de mi enamoramiento: Eduardo Manostijeras. No recuerdo bien y en su totalidad la percepción que tuve de la película en sí. Sólo sé que Eduardo me despertaba ternura, y que me daban ganas de abrazarle muy fuerte y mantenerlo a mí lado, de protegerlo.
Ahora con los años, creo que ese “enamoramiento” venía de algo más de lo guapo que es Deep (que lo es un rato el chico, la verdad). Me debí sentir muy cercano a él de una manera poco consciente.
Tim Burton, director y creado de mi objeto de deseo preadolescente, lo describe [a Eduardo] así: “un personaje que quiere tocar pero no puedo, que es creativo y destructivo a la vez”. Eduardo representa, al fin y al cabo, esa sensación que a mucha gente nos asalta: la de que tu aspecto exterior y cómo te ven los demás choco y no sólo es diferente, sino que es totalmente opuesto a lo que uno tiene dentro. Con el tiempo y las revisitaciones a la película (my all-time favorite) veo que mi enamoramiento se debía a la identificación inconsciente, a la edad de once años, y consciente ahora, con esa sensación de dualidad.
(Escrito en Noviembre de 2005)
"Domingo Por La Mañana" by Mikel Fernández Bilbao (De "La Soledad Que Vino")
Resaca. No puedo recordar ni siquiera que día es. Siento que no voy a poder mover un solo músculo de mi cuerpo. Ninguno de ellos responde. Tan sólo pido poder quedarme metido en la cama, sin moverme un ápice, tumbado solo, intentando escuchar como el sonido del silencio me arropa una vez más y me deja llevar una vez más. Bajar poco a poco, capa a capa, hasta perderme de nuevo en el sueño. Tengo ganas de perderme. Siento todo el alcohol de la noche anterior dando martillazos en mi cabeza. Necesito dormir... dejarme caer... capa a capa, capa a capa...
Soy tan sólo un cuerpo... un cuerpo desnudo encerrado en una bella caja de cristal con rebordes dorados, una caja en la que soy expuesto para goce y disfrute de todos aquellos viandantes que junto a la caja pasan. Estoy solo, encerrado, expuesto para todos aquellos que quieran ver. No soy un exhibicionista, más bien todo lo contrario. Me da demasiada vergüenza estar donde estoy. Quiero irme a mi casa, echar el cerrojo, encerrarme para que nadie pueda verme, par ano sentirme expuesto. Siento que todos miran, que todos observan cada uno de mis movimientos. Sé que estoy desnudo, sé que todos me observan. Socorro. Tengo miedo.
Me despierto de un sobresalto. Una vez más el mismo sueño; una vez más la misma pesadilla. La cabeza me da vueltas. No puede ser que la resaca me haga esto. Estoy harto de tener esto en la cabeza. Basta ya, no puedo con estos martillazos. Ni siquiera recuerdo qué hice anoche. Sólo recuerdo que bebí demasiado, que fumé demasiados porros, que vía demasiada gente... pero no puedo decir a quien vi. Sólo sé que a ti no te vi.Devils and Angels de TOBY LIGHTMAN
I found out today that you went on a little trip
Somewhere you don't belong
One of your friends made just a little slip
So I'm taking a little trip of my own
And I'm going to meet you
I'm going to greet you
At her back door as you're coming out
Why this now?
'Cause I used to have angels
They used to watch over me
When love was not a stranger
But love ain't what it used to be
And I don't want these devils
They're knocking at my door
So, I can't love you no more
No more
You might have thought that I would be a little bit lazy
I might not notice, I might not care
But now you're finding out that I'm a little bit crazy,
And you were the one so unaware
So I'm gonna meet you
I'm gonna greet you
At her back door as you're coming out
Oh, why this now?
'Cause I used to have angels
They used to watch over me
When love was not a stranger
But love ain't what it used to be
And I don't want these devils
They're knocking at my door
So, I can't love you no more
No more
[Bridge:]
So I'm gonna walk on, walk on, walk on
Keep my feet moving on
'Cause I used to have angels
They used to watch over me
When love was not a stranger
But love ain't what it used to be
And I don't want these devils
They're knocking at my door
So, I can't love you no more
No more
Heridas (Poema)
Historias
compuestas por
lacrimógenas palabras
incoherentemente unidas en
frase estúpidas
y demasiado sinceras
como para
no resultar
terriblemente dolorosas
"El Mentiroso" (del libro "La Soledad que Vino", escrito por Mikel Fernández Bilbao)
Nunca me amó, por eso hago esto, por eso quiero acabar con él. Me mintió una y otra vez, cada vez que él me visitaba y acabábamos los dos en la cama, cada vez que me besaba, la mejilla y me decía que me amaba. Odio que me mientan. Por eso, por mentirme, va a morir.
Siempre dijo que la dejaría, que vendría junto a mí, junto a su ángel caído, junto a su hombre, junto a mí. Pero no vino nunca, en cambio, se casó con ella. La odio. Me invitaron a su boda, y fui, pero no pude quedarme mucho tiempo, pues no podía disimular las lágrimas y el odio y la rabia y la tristeza... todos aquellos sentimientos que, como las cabezas de una hidra, se devoraban las unas a las otras, para darse más importancia, pero a mí me dolían todos, me perjudicaban todos. Por eso no me quedé. Por eso me marché de la boda. Llorando.
Además tuve que verlos al día siguiente, en el Parque de los Rododendros, paseándose, orgullosos, para que todos los habitantes de Versna los vieran juntos, agarrados de la mano. Derramé muchas lágrimas esas noches de soledad, sin él a mi lado, abrazándome.
EVERYBODY'S GONE TO WAR de NERINA PALLOT
I've got a friend, he's a pure-bred killing machine
He says he's waited his whole damn life for this
I knew him well when he was seventeen
Now he's a man he'll be dead by Christmas
And so, everybody's going to war
But we don't know what we're fighting for
Don't tell me it's a worthy cause
No cause could be so worthy
If love is a drug, I guess we're all sober
If hope is a song, I guess it's all over
How to have faith, when faith is a crime?
I don't want to die
I'f God's on our side, then God is a joker
Asleep on the job, his children fall over
Running out through the door and straight to the sky
I don't want to die
For every man who wants to rule the world
There'll be a man who just wants to be free
What do we learn but what should not be learned?
Too late to find a cure for this disease
And so, everybody's going to war
But we don't know what we're fighting for
Don't tell me it's a worthy cause
No cause could be so worthy
If love is a drug, I guess we're all sober
If hope is a song, I guess it's all over
How to have faith, when faith is a crime?
I don't want to die
If God's on our side, then God is a joker
Asleep on the job, his children fall over
Running out through the door and straight to the sky
I don't want to die
I-I-I-I don't want to die
I-I don't want to die
VIDEOCLIP: http://www.youtube.com/watch?v=9F3JH-e2zs4
Reflexión inconclusa sobre el amor
Durante un tiempo creí que el amor duraba eternamente, sin mucho esfuerzo, pues el amor todo lo puede, todo lo vence. Durante muchos años creí que el día que me enamoraría de verdad, por primera vez, sería para siempre. Recuerdo que de adolescente, cuando sólo oía insultos, cuando todo salía al revés, siempre pensé que ese primer (y último) amor me salvaría. Pero huelga decir que, para mí desgracia, no fue así, y todo acabó, lo que trajo consigo un dolor inmenso y una horrible depresión.
Yo conocí a mi primer novio a los dieciocho años. Teníamos una amiga en común, una amiga que sabía de mi orientación sexual, pero que desconocía la de su amigo. Éste se sintió atraído por mí --o eso quiero creer, pero con los años, he llegado a la conclusión de que yo era lo único que él conocía como abiertamente gay). En realidad, fue una historia de amor muy romántica, propia de la edad que teníamos (18 y 19 años): él copió mi número de teléfono de la agenda de nuestra amgia común, sin que ésta se enterara, una vez que supo que yo lo encontraba muy atractivo, y empezó a escribirme mensajes. El resto es historia.
Hoy en día, la mayoría de los recuerdos que tengo de esa época son los buenos momentos:
las risas,
su manera de hacerme el amor,
su cara a la hora de llegar al éxtasis,
la manera en que sonreía cuando se salía con la suya,
la manera en que me pidió que volviera ("es que me gusta alguien"), después de un paréntesis de un mes,
su forma de andar,
etc...
...
Aunque también sé que discutíamos mucho, recuerdo que yo estaba celosísimo de su ex novia, que siempre acababa apareciendo, no se me olvida que muchas veces sentía que me hacía de menos, y que había veces en que me trataba como si yo fuera tonto, etc...
Pero, como todos sabemos, la memoria es selectiva y, a la hora de recordar (y extrañar) un amor, siempre deja fuera aquello que producía dolor.
Y, ahora, después de mi tercera ruptura importante, sé, definitivamente, que el amor eterno no existe, sé que el amor hay de trabajarse y, también, sé que, por mucho que yo lo trabaje, si la otra persona no lo hace, no llegaremos a ningún sitio.
Es dificil pensar que las tres veces que me di en cuerpo y alma a alguien, esos "alguien" acabaron yéndose, dejándome por otras opciones mejores
(más cariñosos,
o más delgados,
o mejores poetas).
Y otras muchas, tantas que perdí la cuenta, que me sentí interesado e intenté interesar a esa persona, sólo consegui la misma respuesta, el mismo sonriente no eres mi tipo, pero me caes genial y podríamos ser amigos. Siempre hay alguien que sea más su tipo (esto es,
más atractivo,
más delgado,
más guapo).
Así que el amor, tal y como queremos venderlo, ese amor ciego que no entiende de belleza exterior, ni de kilos de más, no existe. Por lo menos,
yo ya no creo en él,
y jamás pedí demasiado.
Poema Sin Titulo #1
Sólo con tu beso
en mi mejilla,
sólo con el roce de tus labios
éstos predijeron mil placeres
nunca probados con anterioridad.
Me asomé al ambismo de la luz
emanada por tu sonrisa.
Me asomé y
me dejé caer
sin saber
sabiendo
cayendo hacia el éxtasis.
Para aquel que me hizo el amor sin siquiera tocarme.
Déjame que escriba un poema en tu piel con la lengua, te susurro al oído, mientras te estrecho entre mis brazos. Tu pequeño cuerpo acoplado al mío. Noto tu piel, bajo tu camiseta, y sé que notas mi piel bajo mi camisa. No llevo pantalones y noto que la excitación llena mis calzoncillos. Me besas suavemente los labios, separándote de mí después, desasiéndote de mi abrazo y, de la mano, sonriendo, me llevas hasta la habitación. La luz es tenue, lo prefiero así, adivinarte entre mis dedos y mis ojos. Dibujarte en mi mente, teniendo que hacer uso tanto del tacto como de la vista.
Te quito la camiseta, con miedo, y noto que por un momento me tiemblan las piernas. Te comienzo a desnudar, con lentitud, saboreando cada centímetro de piel que se asoma, poco a poco, línea a línea, como si de un regalo se tratara, quitando el envoltorio con parsimonia, dejándome hechizar por la piel que me llama, que me pide que la roce.
Entonces, ya desnudo, te empujo, suavemente, encima de la cama, boca abajo, y me tumbo, encima, apoyado en mis codos. Con la lengua comienzo a dibujarte círculos en la espalda y con los dedos escribo versos en la geografía de tu piel. Tu no dices nada, solo mueves tu cuerpo, y te das la vuelta. Te beso los labios y empiezo a bajar, lamiendo tu pecho, tu estomago, tocando tu piel con los dedos, con los labios y con la lengua, todo a la vez. Sintiéndote como una extremidad más, como una parte más de mí, una prolongación de lo que somos, de lo que soy.
Llego a tus entrepierna y lamo la cara interna de tus muslos, parsimoniosamente, escribiendo ya no versos, sino novelas, con mi saliva a modo de tinta. Me paro ahí, descansando en ti , escribiendo suavemente, oliéndote, saboreándote, sintiendo tu piel con los dedos con los labios. Y ya no puedes más, me agarras del cuello con ambas manos y pides más.
Me quedo quieto, expectante y espero a que me señales, a que me empujes a darte placer. Pero te quedas quieto, solo te dejas hacer. Te miro la cara y tu rostro es el rostro del placer, de la Diosa y del Dios, de ambos entrelazados. Sonrío para mis adentros mientras con las yemas de los dedos sigo acariciando tus muslos y la junta de la ingle, escribiendo versos de amor, y palabras de placer.
Bajo la cabeza y comienzo a dibujar círculos con la lengua alrededor de tu polla, sin llegar a tocártela. Y es cuando empiezas a gemir, a respirar cada vez más fuerte. Al oírte gemir no puedo aguantar más y comienzo a rozar con la punta de mi lengua tu polla, dibujando líneas de arriba abajo, y de abajo arriba. Beso, primero la base y después subo hacia arriba con la lengua. Ahora soy yo el que gime, de placer, de poder degustarte, de sentirte con todos y cada uno de mis sentidos. Oírte gemir. Verte morir de placer. Degustar el sabor de tu piel. Tocar tu piel. Tu espalda se arquea y es cuando no puedo aguantar e introduzco tu sexo en mi boca. Se tensan todos tus músculos y yo acaricio tu vientre con mis dedos.
Entonces te deslizas y ahora eres tu el que estás a la altura de mi ombligo, soplándome suavemente las caderas, rozándolas apenas con tus labios que prometen mil placeres ocultos. Ya parece que no aguantas más y me quitas el calzoncillo, que era la única prenda de ropa que me quedaba puesta. Te acercas hacia abajo, y se me nota nervioso, aún así separas mis piernas y comienzas a besarme, a ser tú el que me degusta ahora, mientras yo gimo. De una mezcla entre nervios y de placer las piernas me tiemblan. Te acercas a la base de mis testículos y con la lengua haces círculos entre mi vello. Pero, en seguida, empiezas a chupármela. Mis gemidos se convierten en gritos ahogados, suaves, pero gritos de placer, al fin y al cabo, mientras te acaricio la cabeza con ternura, como si fuera algo muy frágil, que tuviera miedo de romper.
Es entonces cuando te das la vuelta y me das la espalda, amoldo mi cuerpo al tuyo te acojo en el espacio vacío entre mi pecho y mis brazos. Te abrazo con suavidad, notando tu piel rozando la mía. Tu desnudez vistiendo mi desnudez.
En ese momento, nos estremecemos los dos, cuando sabemos que no podemos aguantar más y me guías hasta ese lugar donde los Dioses llevarán a cabo la danza cósmica más antigua. Y tú y yo bailamos, abrazados, al mismo ritmo, tu cuerpo marca el ritmo.
Te duele, pero no por eso me dejas parar, y, pronto, el dolor da paso al éxtasis. Yo te beso una y otra vez, para aplacar ese dolor con otro placer y dar paso así al éxtasis prometido, al paraíso compartido. Me sientes dentro de ti, presionando. Tu me abrazas, tu cuerpo abraza mi sexo, me acoge en sus adentros.
Todos nuestros canales conectados, energías que traspasan tu piel y la mía, desde mis adentros a los tuyos. Dame mas fuerte, gimes. Todo lo fuerte que quieras, pero no me dejes salir nunca. No quiero salir. Y, entonces, sé que quiero anidar en tus entrañas, para siempre, en un éxtasis perpetuo, en un orgasmo eterno y compartido. No puedo parar sigo a tu ritmo, cada vez más fuerte, cada vez más pegado. Más fuerte, gimes, sin miedo. Ya no tengo miedo pues has sido tu el que me ha invitado a tu interior, el que me ha acogido en su nido. Eres tú el que me devora, el que me hace el amor a mí...
Entonces los dos lo notamos... a la vez, sabemos que los Dioses, como nosotros, han llegado al éxtasis con su danza antigua. La paz se apodera de nosotros. Todo es paz. Tú eres paz y yo soy paz. Nos abrazamos, vulnerables, y fuertes a la vez.
Gracias.
Vuestros nombres en Mayúsculas
A migo de verdad
L uminosa sonrisa
A cogedores brazos en los que llorar
I ncreíblemente buena persona
N ecesario en mi día a día
J ubilosa mirada
U nido a mí, de por vida
R acimo de sonrisas
G eneroso amigo
I ncondicional
---
I ncognoscible psique
K áiser de azures ojos
E special
R adiante lector de mi alma
---
E fectivo escondite de secretos
D uende encorbatado
O teador silencioso
R áfaga de risas en licor
---
H ábil interlocutor
U nico en su especie
G nomo con complejo de Peter Pan
O ndulante sonrisa
Mil gracias, a los cinco por estar ahí,
siempre.
Forgive, sounds good
Forget, I'm not sure I
could
El ángel no era tal
Agotamiento. Llorar durante horas sin poder parar, sin poder respirar. Intentar leer unos apuntes pero no poder. Intentar adivinar qué es lo que he hecho mal. Intentar sonreír. Intentar hacer creer a todo el mundo que estoy bien (especialmente a mí). Intentar explicarme todas sus mentiras. Intentar saber porqué hizo lo que hizo en ese momento, porqué me dijo lo que me dijo en ese otro.
Insomnio. Saber que no puedes dormir porque soñarás con él. Saber que cada paso que des va a ser para él. Saber que por mucho que lo intentes sientes que no tienes a nadie a quien contarle como te encuentras. Darte cuenta de que has hecho el ridículo más espantoso de tu vida. Percatarte de lo inocente que eres, a pesar de creerte súper inteligente. Saber que todas tus bromas ya no tienen sentido. Saber que no puedes dormir pues no puedes parar de preguntarte porqué.
Dolor. No poder dejar de escuchar la misma canción una y otra vez (the look of love is in your eyes...). No poder dejar de pensar en todas aquellas palabras que dedicaste. No poder dejar de imaginar todas las veces que justificaste su comportamiento, a pesar de todo. No poder dejar de recrear en tu mente cada vez que te decía algo bonito, cada vez que te decía lo mucho que le gustabas. No poder dejar de pensar que cada vez que cariñosamente te llamaba "tonto" en realidad te lo llamaba en serio. Saber que no volverás a verle mañana, ni pasado, ni al otro. Saber que tendrás que hablar de esta historia. Saber que llorarás más lágrimas. Esperar que se sequen pronto, pues no sabes si podrás aguantarlo.
No hay más crédulo que el que quiere creer. Y ese era yo.
El Ángel no era tal.