El ángel no era tal
Agotamiento. Llorar durante horas sin poder parar, sin poder respirar. Intentar leer unos apuntes pero no poder. Intentar adivinar qué es lo que he hecho mal. Intentar sonreír. Intentar hacer creer a todo el mundo que estoy bien (especialmente a mí). Intentar explicarme todas sus mentiras. Intentar saber porqué hizo lo que hizo en ese momento, porqué me dijo lo que me dijo en ese otro.
Insomnio. Saber que no puedes dormir porque soñarás con él. Saber que cada paso que des va a ser para él. Saber que por mucho que lo intentes sientes que no tienes a nadie a quien contarle como te encuentras. Darte cuenta de que has hecho el ridículo más espantoso de tu vida. Percatarte de lo inocente que eres, a pesar de creerte súper inteligente. Saber que todas tus bromas ya no tienen sentido. Saber que no puedes dormir pues no puedes parar de preguntarte porqué.
Dolor. No poder dejar de escuchar la misma canción una y otra vez (the look of love is in your eyes...). No poder dejar de pensar en todas aquellas palabras que dedicaste. No poder dejar de imaginar todas las veces que justificaste su comportamiento, a pesar de todo. No poder dejar de recrear en tu mente cada vez que te decía algo bonito, cada vez que te decía lo mucho que le gustabas. No poder dejar de pensar que cada vez que cariñosamente te llamaba "tonto" en realidad te lo llamaba en serio. Saber que no volverás a verle mañana, ni pasado, ni al otro. Saber que tendrás que hablar de esta historia. Saber que llorarás más lágrimas. Esperar que se sequen pronto, pues no sabes si podrás aguantarlo.
No hay más crédulo que el que quiere creer. Y ese era yo.
El Ángel no era tal.
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tidroj -