Reflexión inconclusa sobre el amor
Durante un tiempo creí que el amor duraba eternamente, sin mucho esfuerzo, pues el amor todo lo puede, todo lo vence. Durante muchos años creí que el día que me enamoraría de verdad, por primera vez, sería para siempre. Recuerdo que de adolescente, cuando sólo oía insultos, cuando todo salía al revés, siempre pensé que ese primer (y último) amor me salvaría. Pero huelga decir que, para mí desgracia, no fue así, y todo acabó, lo que trajo consigo un dolor inmenso y una horrible depresión.
Yo conocí a mi primer novio a los dieciocho años. Teníamos una amiga en común, una amiga que sabía de mi orientación sexual, pero que desconocía la de su amigo. Éste se sintió atraído por mí --o eso quiero creer, pero con los años, he llegado a la conclusión de que yo era lo único que él conocía como abiertamente gay). En realidad, fue una historia de amor muy romántica, propia de la edad que teníamos (18 y 19 años): él copió mi número de teléfono de la agenda de nuestra amgia común, sin que ésta se enterara, una vez que supo que yo lo encontraba muy atractivo, y empezó a escribirme mensajes. El resto es historia.
Hoy en día, la mayoría de los recuerdos que tengo de esa época son los buenos momentos:
las risas,
su manera de hacerme el amor,
su cara a la hora de llegar al éxtasis,
la manera en que sonreía cuando se salía con la suya,
la manera en que me pidió que volviera ("es que me gusta alguien"), después de un paréntesis de un mes,
su forma de andar,
etc...
...
Aunque también sé que discutíamos mucho, recuerdo que yo estaba celosísimo de su ex novia, que siempre acababa apareciendo, no se me olvida que muchas veces sentía que me hacía de menos, y que había veces en que me trataba como si yo fuera tonto, etc...
Pero, como todos sabemos, la memoria es selectiva y, a la hora de recordar (y extrañar) un amor, siempre deja fuera aquello que producía dolor.
Y, ahora, después de mi tercera ruptura importante, sé, definitivamente, que el amor eterno no existe, sé que el amor hay de trabajarse y, también, sé que, por mucho que yo lo trabaje, si la otra persona no lo hace, no llegaremos a ningún sitio.
Es dificil pensar que las tres veces que me di en cuerpo y alma a alguien, esos "alguien" acabaron yéndose, dejándome por otras opciones mejores
(más cariñosos,
o más delgados,
o mejores poetas).
Y otras muchas, tantas que perdí la cuenta, que me sentí interesado e intenté interesar a esa persona, sólo consegui la misma respuesta, el mismo sonriente no eres mi tipo, pero me caes genial y podríamos ser amigos. Siempre hay alguien que sea más su tipo (esto es,
más atractivo,
más delgado,
más guapo).
Así que el amor, tal y como queremos venderlo, ese amor ciego que no entiende de belleza exterior, ni de kilos de más, no existe. Por lo menos,
yo ya no creo en él,
y jamás pedí demasiado.
3 comentarios
tidroj -
El amor es fantástico, tal vez no sea eterno, o mejor dicho, no en todos los casos. Pero también es muy duro el camino para conseguirlo.
Un besazo wapísimo. Feliz noche de San Juan.
Hammerklavier -
mil besis
gonzalo -
Ainsss... ke dia mas gris... :(
bszo!!!